lunes, 5 de octubre de 2009

Subiría 4 grados la temperatura para 2050



Aunque las estimaciones que se hicieron en los últimos años sobre el calentamiento global ya eran preocupantes, los expertos de todo el mundo hablan ahora de consecuencias mucho más graves. En algunas regiones del planeta, por ejemplo, el clima aumentaría hasta 15 grados

Las temperaturas mundiales podrían aumentar 4ºC para mediados de la década de 2050 si se mantienen las tendencias actuales de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según indica un estudio elaborado por el Centro Hadley, un prestigioso instituto del Reino Unido. El trabajo, a su vez, se hizo eco de un informe de Naciones Unidas divulgado la semana pasada, que sostiene que los cambios climáticos podrían superar los peores pronósticos posibles previstos en 2007 por el Comité Intergubernamental del Cambio Climático de la ONU (IPCC, según sus siglas en inglés).

“Nuestros resultados muestran patrones similares (a los del IPCC) pero también dejan ver la posibilidad de que ocurran cambios más extremos”, declaró Debbie Hemming, coautor de la nueva investigación publicada al comienzo de una conferencia sobre cambio climático en la Universidad de Oxford.

Los dirigentes de los principales países emisores de gases de invernadero reconocieron en julio pasado la posición científica de que las temperaturas no deberían exceder más de 2 grados los niveles preindustriales para evitar más cambios peligrosos en el clima del planeta.

Una de las conclusiones a las que llegó el IPCC en su IV informe (elaborado en 2007) es que las temperaturas globales podrían aumentar 4 grados para finales de la década de 2050.

El estudio del Centro Hadley indica que el calentamiento podría ocurrir incluso antes, para mediados de la década de 2050, y sugirió más efectos extremos locales.

El estudio indica que las precipitaciones podrían reducirse este siglo en un quinto o más en algunas regiones de Africa, América Central, el Mediterráneo, y la costa de Australia, “de una manera potencialmente más extrema” que lo que ya apuntaban los expertos del IPCC.

“El Mediterráneo exhibe una tendencia muy consistente de secado significativo en casi todos los modelos elaborados”, expresó Hemming en declaraciones a los medios. Una caída de un 20% o más sería muy significativa para aquellos lugares que desde ahora se ven complicados por la reducción del nivel de precipitaciones.

Los aumentos de temperatura se compararon con niveles preindustriales, y se constató un aumento de 0,7 grados durante el siglo pasado, sostienen los científicos.

Un incremento global promedio de 4 grados escondería mayores incrementos regionales. Por ejemplo, la temperatura podría aumentar más de 15 grados en partes del Artico, y hasta 10 grados en el oeste y el sur de Africa, indica el estudio divulgado.

“Es bastante extremo. No creo que la gente lo haya asimilado completamente” , dijo Hemming, y agregó: “A medida que los hielos se derritan, la región reflejará menos luz de sol, lo que podría ayudar a desencadenar efectos fuera de control”.

Las temperaturas más cálidas del Artico también podrían derretir la capa subterránea de hielo, que hasta ahora ha aprisionado el metano, un poderoso gas de efecto invernadero, lo que a su vez conduciría a mayores efectos desbocados, señaló Hemming.

Un gran avance desde 2007 fue establecer modelos del efecto de los “ciclos de carbono”. Por ejemplo, si parte de la selva amazónica desaparece como resultado de una sequía, eso provocaría una exposición mayor del suelo, que liberaría carbono de la materia orgánica previamente cubierta, lo cual “amplificaría la cantidad de dióxido de carbono que va a parar a la atmósfera y, por lo tanto, aumentaría el calentamiento global”, expresó Hemming.

El grupo del Nobel

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) es el mayor grupo de científicos independientes que asesora a los políticos e informa a los ciudadanos sobre la evolución del cambio climático. Su IV informe, publicado en 2007, le valió el premio Nobel de la Paz, reconocimiento que compartió con el ex vicepresidente de EEUU, Al Gore, por su documental Una verdad incómoda.

Sin margen de tiempo

“No es que el tiempo apremie. Es que casi se ha acabado”. La contundente frase pertenece al secretario de Cambio Climático de Naciones Unidas, Yvo de Boer, durante la inauguración en Bangkok (Tailandia) de la penúltima reunión preparatoria antes de la Conferencia sobre Cambio Climático en Copenhague (Dinamarca), que tendrá lugar en diciembre próximo, y de la que debe salir el protocolo que sustituirá al de Kioto.

“En dos semanas se pueden lograr grandes progresos relativos a los compromisos que los líderes mundiales se han propuesto para romper los bloqueos y cooperar hacia compromisos concretos”, declaró de Boer ante representantes de 190 naciones participantes en la cumbre.

Los delegados intentan agilizar la elaboración de un borrador del acuerdo que reemplazará al actual protocolo. El texto principal, que constará de unas 180 páginas, está lleno de puntos aún sin definir, diferentes opciones y posibilidades de redacciones alternativas.

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